El colapso de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos y la
caída de un banco en 2008 aparecen en paralelo a la muerte por cáncer de
decenas de miles de personas a miles de kilómetros de allí, en la Unión
Europea. La crisis económica global, desencadenada por la crisis financiera
estadounidense, está asociada a al menos 260.000 fallecimientos por cáncer que
no habrían ocurrido sin la recesión, 160.000 de ellos en la UE.
El nuevo estudio, sugiere que “el desempleo y el gasto
público en salud están significativamente asociados con la mortalidad por
cáncer”. El análisis emplea datos de 70 países con unos 2.000 millones de
habitantes.
Los resultados muestran que un 1% de aumento en el desempleo
de un país está asociado a 0,37 muertes adicionales por todos los tipos de
cáncer analizados por cada 100.000 personas. El trabajo también relaciona un
recorte del 1% en gasto público en sanidad como porcentaje del PIB con 0,0053
muertes adicionales por cada 100.000 habitantes.
Los autores defienden que existe un vínculo causal porque,
en países sin cobertura sanitaria universal, el acceso a la sanidad puede
depender de tener un empleo. Sin trabajo, los pacientes pueden ser
diagnosticados tarde y recibir un peor tratamiento o recibirlo con retraso. España
no sufrió muertes adicionales durante la crisis económica y se cree que esto se
debe, principalmente, a la alta accesibilidad de su sistema de salud.
En EEUU, donde todavía hay más de 35
millones de personas sin cobertura sanitaria, los científicos
calculan que se produjeron 18.000 muertes adicionales por cáncer entre 2008 y
2010. En México, casi 4.000 fallecimientos más. Los países peor parados son
aquellos con economías frágiles y sin cobertura global. Solo 75 de 194 países
analizados tienen una legislación que promete una cobertura sanitaria
universal.
Blanca de Miguel Martínez
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