La mayoría de las personas creen que son única y exclusivamente para abrir la bebida pero cumplen una función muy lógica que es desconocida por muchas personas.
Uno de los inconvenientes, y un motivo de preocupación hoy en día, es el hecho de que las latas circulan por muchos lugares, desde la salida de fábrica hasta el momento de consumir su contenido, y toman contacto con otros productos. Por este motivo, es aconsejable beber el refresco con pajita. Y aquí es donde entra la curiosa utilidad del agujero de las anillas.
Si observamos la anilla de una lata de refresco, descubriremos que uno de los extremos queda unido a la lata y el otro queda totalmente libre de movimiento. Esto permite que podamos mover el agujero de la anilla hacia la abertura de la lata e introducir una pajita para tomar el refresco sin tener que hacerlo directamente de la lata.
Normalmente, cuando ponemos una pajita dentro de la lata, el gas provoca que se salga, pero ésto lo podemos evitar introduciendo la pajita a través del agujero en cuestión. Una forma mucho más higiénica de tomar una refrescante bebida, que hasta ahora pocos conocían.
Beatriz Salcedo García 1ºB
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