sábado, 12 de diciembre de 2015

¿Cómo nos cura la saliva?

Qué tiene la saliva de especial? Y más cuando hablamos de cicatrizar o desinfectar una lesión. ¿Realmente es capaz de hacer lo que promete la cultura general? Y si es así, ¿cómo lo hace?
La saliva es en su 99% agua. Pero, al igual que el plasma de la sangre, al que se parece enormemente, posee una cantidad extraordinaria de componentes. Entre ellos ácido siálico, diversos iones, lisozima y otras enzimas, que son proteínas que sirve para "desmontar" moléculas, así como estaterina y otras sustancias. Toda esta combinación convierte a la saliva en un producto multifunción, además de necesario. A lo largo del día podemos producir entre un litro y litro y medio de saliva, si estamos hidratados.
La misión de la saliva, es mantener la boca hidratada, segura y preparada para comer. De hecho, la digestión comienza con el masticado. Pero lo que veníamos a tratar es otro tema: también es capaz de curar.
Así funcionan sus propiedades curativas
La saliva tiene dos propiedades principales: la primera y más importante, antibacteriana. La segunda, cicatrizante.
Las enzimas como la lisozima se encargan de matar las bacterias y agentes externos. Esta enzima ataca a un componente esencial del crecimiento bacteriano.

Por otra parte, la saliva contiene un factor de recuperación de la epidermis que provoca la curación más rápida de la mucosa de la boca. Este mismo factor podría ayudar a cicatrizar las heridas que nos lamemos. En resumen, cuando tenemos una herida, la saliva primero ayuda a acabar con el exceso bacteriano "externo" (y también interno) y activa las señales de "herida". Además, mantiene la lesión hidratada pero con una película de mucílago que evita que "caigan" más microorganismos sobre ella.

Y aunque está claro que su uso es conveniente, necesario y positivo. Hay un hecho del que no podemos dejar de hablar: la saliva no es una panacea. La saliva no es un remedio mágico ni totipotente. La composición de la saliva está preparada para ayudar, pero no para tratar.




Según la sialoterapia, mediante el uso terapéutico de la saliva se pueden resolver problemas de infección, calambres, conjuntivitis o dolores severos mediante la aplicación de grandes cantidades de saliva en la piel, la ingesta de saliva previamente reservada para su uso terapéutico o incluso su aplicación por vía intravenosa. Pero todo esto es falso.

Denis Rusu, 1ºA




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