Si son de los que no le prestan atención a su alimentación y así y todo les resulta fácil adquirir masa muscular o por por el contrario comen constantemente sin sumar un gramo, probablemente no sea por suerte, desgracia o casualidad. La continua investigación científica en el mundo del deporte y la musculación nos permite afirmar que nuestra morfología se basa puramente en nuestra herencia genética.
Hablaremos de la predisposición genética a un tipo de morfología particular y como se imaginaran el desarrollarse y crecer con esta es “inevitable”. Para presentar las diferentes morfologías que se pueden presentar en el cuerpo humano, utilizaremos la clasificación de Sheldon que es la más conocida. Los tres principales tipos morfológicos son por lo tanto:
-El mesomórfico: que es el más musculoso. El cuerpo mesomórfico tiene un gran importante desarrollo de la musculatura y el sistema circulatorio. Es el tradicional tipo morfológico del guerrero o el atleta. Con un físico muscular totalmente natural y una gran contextura, permite ganar rápidamente una estructura imponente y gran fortaleza física.
-El ectomorfo: es el más flaco de los tres. El ectomorfo tiene un gran desarrollo del sistema nervioso y el cerebro. Es él que está más desfavorecido para aumentar el volumen del músculo. Naturalmente tiene un metabolismo muy rápido y gasta mucha energía incluso en reposo. Los individuos con esta morfología pueden comer porciones importantes de casi cualquier alimento sin aumentar de peso o hacerlo muy poco. Además de presentar una muy baja masa muscular, suelen verse flacos casi como si tuviesen un cuerpo frágil para decirlo de un modo que se comprenda. Así y todo los ectomorfos que practican culturismo generalmente tienen un cuerpo muy estético y con músculos bien definidos.
-El endomorfo: el que tiene la mayor cantidad de grasa corporal. Los endomorfos tienen un gran desarrollo del sistema digestivo, especialmente el estómago. Son cuerpos gordos y carnosos a la inversa del ectomorfo. Su metabolismo es mucho más lento y tienen una gran facilidad para acumular tejido graso, incluso comiendo razonablemente bien o hasta muy poco. Debido a esta circunstancia siempre deben estar atentos y prestarle mucha atención a lo que comen.
Generalmente se combinan juntos estos tres tipos principales de morfologías. Por lo tanto puede ser “Endo-Meso”, “Méso-Ecto” o “Endo-Ecto”.
Denis Rusu,
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